Hay un par de textos de Marx y
Lenin que me incomodan. Me da pereza buscar la fuente exacta pero el de Marx
viene a decir que no importa lo que tal o cual proletario, o incluso el
proletariado en su conjunto, se represente como su objetivo en un momento dado;
lo que importa es lo que el proletariado es
y lo que necesariamente se verá obligado a hacer
en función de ese ser suyo. En la burguesía no parece haber hiato alguno entre
su ser de clase y sus objetivos de clase. Supongo que el proletariado, producto
desgarrado de la división del trabajo manual e intelectual, es
constitutivamente bifronte. En la burguesía la clase en sí y la clase para
sí se identifican. En el proletariado ser
de clase y conciencia de clase no
necesariamente coinciden. Para Marx el momento subjetivo vendría dado por el
devenir histórico de la clase obrera a través de su experiencia en la lucha de
clases. El socialismo científico es esa instancia consciente que cierra la
escisión en la práctica revolucionaria y la instauración de la dictadura del
proletariado, la conquista de la Democracia. El Estado, ese artefacto que la burguesía convierte en instrumento
de sus intereses, es el objetivo del ser proletario. El Estado puesto al
servicio de la inmensa mayoría y, desde ese momento, transformado hasta su
extinción cuando sea un instrumento ya inservible porque no haya clase a quien
servir.
Más o menos… siendo joven controlaba mejor este dialecto.
Ahora cada vez me cuesta más, la verdad.
El paso de Lenin es su conocida
tesis kautskyana: abandonado a sus propias fuerzas, el proletariado sólo puede
desarrollar una conciencia tradeunionista, el convencimiento de que es
necesario arrancar del Estado mejoras en el salario y las condiciones laborales.
El cambio desde Marx hasta Vladimir Illich es significativo. En aquél el ser de
la clase obrera se cumple en la aprehensión de la conciencia socialista, en
éste, esa conciencia, introducida desde fuera, niega, en cierta manera, el ser (abandonado
a sus propias fuerzas) de la clase obrera. El leninismo vendría a suponer la
aceptación de la escisión proletaria: la disciplina del partido se forja en la
disciplina fabril, la división del trabajo se consagra en la vanguardia que
asume su dimensión intelectual.
Todo esto es muy esquemático, deslavazado
y vulnerable a las críticas que se quiera… Si alguien se tomase ese trabajo,
quizá baldío, en un ambiente ideológico generalizado que niega el pan y la sal
del discurso a la propia idea de “marxismo”, “leninismo” y aun “proletariado”.
Es igual. Lo que quisiera poner de manifiesto es algo que considero núcleo durísimo de la esencia proletaria:
su ligazón con la existencia del Estado. Tanto en Marx como en Lenin (en
uno como afirmación consciente y revolucionaria, en otro como negación externa del
“instinto” reformista) el ser proletario
se cumple en la apropiación obrera del Estado. De todas las desposesiones a
que está sujeta la clase obrera, la que determina su ser histórico es la
alienación respecto del Estado. Expropiar a los expropiadores es rescatar el
Estado de su apropiación ilegítima por parte de la burguesía.
Si esta… llamarla “tesis” me
parece un engolamiento abusivo… Si esta ocurrencia es cierta, la conditio sine qua non que el
proletariado impondrá (o al menos esperará) de sus partidos es la defensa de la
condición de posibilidad de su
emancipación, aunque sea remota o incierta: la permanencia del Estado.
A lo que voy: en estos días
muchos amigos y otras personas de luces elucubran sobre las causas de la
desafección del proletariado (transustanciado en “gente”) hacia el partido
socialista. Aparte de la apelación cómoda y vulgar a la manipulación ideológica
de los perversos o a la debilidad mental de una parte sustancial de “los de
abajo”, la tesis más extendida me parece
que es que los socialistas, con sus ambigüedades y vaivenes, con su caída en la
órbita neoliberal, han cedido su espacio a una fuerza verdaderamente de
izquierdas como es Podemos. Lo dudo. Difícilmente puede defenderse la identidad
“izquierdista” de nuestra clase obrera a tenor de la historia reciente de
España. El proletariado español ha
absuelto mayoritariamente a su partido hegemónico del giro pro-OTAN, de las
sucesivas reformas laborales, de la desindustrialización del país, del paro
masivo, de la corrupción, del envío de marineros de reemplazo a la Iª Guerra
del Golfo, de la cultura del pelotazo… del terrorismo de estado. Del
terrorismo de estado. Y lo ha dejado caer con escaso lag cuando ese partido ha empezado a considerar “discutible” el
concepto de Nación, cuando ha coqueteado y contemporizado con el secesionismo. No creo que la clase obrera requiera del
partido socialista un giro a la izquierda (¿cuándo lo ha hecho en las
últimas décadas?) sino un discurso
uniforme, claro y contundente sobre la permanencia del Estado. Así mismo,
éste es el límite del crecimiento del populismo. Eso de que la Patria que el
Pueblo ha de construir es “plurinacional” es un galimatías ininteligible. Pero
la historia se mueve (no sé ya si avanza) a trompicones no siempre
inteligibles. Ante los trabajadores y trabajadoras está la promesa no cumplida
de la Ilustración que auguraba una Nación de libres e iguales, una Patria para
todos. Históricamente el proletariado ha
tratado de “elevarse a clase nacional”, de expropiar a los expropiadores del
Estado. Pero también ha bebido las aguas fecales que le ofrecían los hechiceros
de la nación étnica… Veremos.
3 comentaris:
Joer, qué difícil escribes, Párraga, man.
Pero, ¿qué significa ser un Estado Plurinacional? En sudamérica hay dos casos claros. Estos son Bolivia (Estado Plurinacional de Bolivia), y Ecuador, que en la Constitución de 2008 se declara como un “Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada”. La idea es dar autodeterminación a los pueblos indígenas y hacerlos partícipes de las decisiones del Estado, así como reconocer las lenguas propias y las tradiciones de cada etnia.
¿Qué pasa entonces en el Reino de España?. Ser vasco, catalán o gallego ¿es ser de un pueblo indígena? ¿Siguen siendo "etnias" después de más de quinientos años de la fundación de España?.
Sólo unas preguntas que añadir al galimatías.
JOSE RAMON desde Xirivella
Estado plurinacional a mí me parece una contradicción en los términos, pero bueno...
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