No sólo no
existe una cultura proletaria, sino que no existirá jamás. Las habladurías sin
forma ni fundamento acerca de una cultura proletaria, por analogía y antítesis
respecto a la cultura burguesa, provienen de la comparación superficial de los
destinos históricos del proletariado y de la burguesía”.
León Trotsky, Literatura y Revolución.
Obviamente, que no exista literatura, pintura o escultura proletaria no
implica la inexistencia de valores, tradiciones, costumbres, instituciones e intelectuales
propios de la clase obrera. De hecho en la primera entrada de esta serie de
artículos partíamos de la contraposición de dos grupos de valores del
proletariado y en la segunda veíamos cómo cierta intelectualidad de izquierdas
(que no orgánicamente obrera) optaba por alguno de estos valores con la
finalidad de hacer aflorar la verdadera identidad proletaria. De hecho, la
izquierda, desde hace algunas décadas ya, es obstinadamente identitaria. Las
políticas de identidad, centradas en la emancipación cultural, han sustituido
las políticas de clase y con ello nos enfrentamos al absurdo teórico en el que
se encuentra el socialismo.
En efecto, la emancipación nacional se consigue
eliminando aquellas adherencias que desfiguran un pueblo y le impiden ser él
mismo (la dependencia económica, la minorización de su lengua, el menosprecio
de su cultura, la falsificación de su historia, etc.); la emancipación de
género se consigue eliminando los estereotipos y violencias con los que el
patriarcado ha lastrado a la mujer impidiéndole ser ella misma; la emancipación
afectivo-sexual se alcanza deshaciendo el nudo de marginación, violencia y discriminación,
que impide a gays y lesbianas ser ellos mismos; el respeto por la diversidad
cultural y religiosa se obtiene cuando cada cual puede ser comunitariamente él
mismo en una sociedad multicultural (hasta la política urbanísitca ha de conservar y revivificar
la identidad de los barrios liberándolos de las excavadoras asesinas)…
Por lo
que respecta al proletariado este esquema no funciona: la liberación de la
clase obrera no se produce cuando la “limpiamos” de las adherencias con que la
cultura burguesa la ha impregnado (en sus escuelas, en sus iglesias, en su
modelo de familia) y, así, limpito, descubrimos al obrero en su identidad misma, en su
idéntica mismidad. Lo que hace tiempo que no le entra a la izquierda en la
cabeza (seguramente porque la tiene metida en el culo) es que la emancipación
de la clase obrera no se consigue descubriendo el auténtico ser del
proletariado sino, precisamente, liberándola de ese ser proletario. El obrero
se emancipa dejando de ser obrero y no siendo un obrero comme il
faut. Porque el ser proletario no viene determinado por un inventario de rasgos
culturales que nos resulten más o menos simpáticos o “antiburgueses”. La
incomodidad que provoca la “identidad cani” entre la intelectualidad
progresista (como se puede apreciar en el artículo de Xavier Aliaga) se produce porque es
identidad proletaria, identidad antiburguesa, identidad potenciada de manera
más o menos consciente por los teóricos de izquierdas, identidad que exige e
impone violentamente su reconocimiento entre otras identidades… y es una identidad
fascista.
Será necesario preguntarse (volver a preguntarse) qué valores de la clase
obrera contribuyen a la emancipación de la clase obrera: aquellos que
encandilan a los teóricos que observan al proletariado (en la mayoría
de los casos desde su pertenencia a la burguesía) como un hermoso y pintoresco
bloque homogéneo que hay que conservar idéntico a sí mismo, o aquellos otros
que pueden contribuir a la pérdida (es decir a la liberación) del ser
proletario.
(Mañana el último…. O el mes que viene)
6 comentaris:
Veig que has tornat al blog, feia dies que no mirava els blogs amics i no t'havia llegit la sèrie sobre el proletariat.
Una reflexió interessant que ens porta a buscar la identitat proletària al Gandia shore, paradís de xonis i canis. De fet, el nou Gran hermano s'ha aburgesat molt, símptoma dels temps del triomf d'allò políticament correcte.
Me leeré la entrevista a Beatriz Talerón (IUSY) en El País de hoy 13 de febrero. No huele muy bien, pero por algo se empieza.
Un beso, José Ramón de Xirivella.
https://www.youtube.com/watch?v=F79xq_w3wgg&feature=youtube_gdata_player
Gràcies per l'enllaç, Anònim!
https://www.youtube.com/watch?v=_5FxFy_pYIo&feature=youtube_gdata_player
Se estrena esta semana
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